Buscando a la mujer ideal- Miguel Dorelo
—Hallar
a la mujer ideal es la verdadera razón de la existencia de todo ser humano
varón que se precie —. Comenta Angel.
—Una
gran verdad —. Aprueba rápidamente Facundo.
—También
es cierto que el concepto de “mujer ideal” puede tener más de una acepción.
—Claro.
Pero yo te conozco y vos me conocés. Ambos sabemos de qué estamos hablando
cuando hablamos de la mujer ideal.
—
Esa que nos resquebraje el alma al conocerla y nos la reconstruya al sentir que
nos acompañará quizá para siempre.
—
Y aún si así no fuese; la mujer ideal, aún efímera, dejará su huella indeleble
en nuestras mentes y corazones.
—Así
es.
—Necesariamente,
deberá ser amante de las artes; femenina, más que feminista.
—Y
buena gente. De sentimientos bellos hacia el otro. Respetuosa aún en el disenso.
—Compañera.
—Siempre
risueña.
—
¡Ah! Quién pudiera… La eterna y dificultosa búsqueda de la mujer ideal.
—A
propósito… ¿Te comenté que estoy saliendo con Paula?
-¿En
serio? ¿Paula? ¿Paula, Paula?
—Sí.
Paula, Paula. La Paula que ambos conocemos.
—
¿La que estaba borracha esa noche en el boliche de Ramos? ¿La de la pollerita
de colegiala?
—Esa.
—Pero…Pero…Si
mal no recuerdo es bastante limitada mentalmente, esa noche vomitó varias veces
del pedo que tenía, comentó que era fan de Arjona y se fue del lugar con tres
tipos.
—
¿Te acordás? Un desastre total.
—
¿Y estás saliendo con ella? No entiendo. ¿Y lo de la búsqueda de la mujer
ideal?
—
¿Vos viste el culo que tiene?
—
Ehhhh…Sí…. Perdonáme. Como siempre tenés razón. ¿No tendrá una amiguita para
presentarme?