
Oportunidad Nº 7- Miguel Dorelo
Vamos a aclararlo de entrada para evitar confusiones: soy un gato.
No pretendan hallar pretenciosas metáforas, ocultas parábolas o improbables paradojas en este relato.
Seis veces he amado y otras tanto han roto mi corazón.
Sé, por instinto, que solo me queda una oportunidad y ayer por la tarde me he cruzado con ella.
Es hermosa, con su pelo azabache, sus ojos color caramelo y su andar, obviamente, felino.Otra vez estoy enamorado, no pude evitarlo.
Pero, sé que esta vez no hay margen para el error.
Soy solo un simple gato callejero.
Si no ¿De que otra manera podría explicarse que aún permanezca en este mundo?
Exclusivo de La Cuentoteca
Tiene más vidas. No se preocupe. Las vidas de los gatos son 9 según el saber popular. Claro... puede fallar! Esta vez sería una especie de comezón de la séptima vez. Vaya nomás, tranqui. No pasa nada. Sursum corda!
ResponderEliminar¡Bonita gata!
ResponderEliminar¿O quizá era una pantera adolescente?
De cualquier forma les auguro un buen futuro.
Suerte esta vez, don Gato!!!
¿Nueve? ¿En serio? Siempre creímos que eran siete, por eso el gato este, según me comentó, después de la sexta quería pasar a cuarteles de invierno.
ResponderEliminarY bueno, va a poder andar por los tejados y seguir con sus tropelías.
Y encima, conozco a esta gata nueva y creáme que bien vale la pena arriesgar una vida por ella.
Bonita de verdad, Javi. Esperemos que a mi amigo gatuno esta vez le vaya mejor que en la anterior. Yo creo que si. El minino le pone garra.
ResponderEliminarEstá bueno el cuento, Miguel. Me gustó
ResponderEliminarGracias, María. Un placer que vengas a visitarme.
ResponderEliminarA ver si aprovecha esta oportunidad.
ResponderEliminarEs un gato medio apaleado parece; pero yo creo que es tenaz y porfiado.
ResponderEliminarEspero que me cuente algunos pormenores de esta séptima oportunidad así yo se los trasmito.
¡¡¡Quiero conocer al gato!!!
ResponderEliminarEn cuanto se contacte de nuevo conmigo le paso tu mail, Clarice.
ResponderEliminarPero no lo hagas sufrir que viene de algunas malas experiencias amorosas.