Chocolate-
Miguel Dorelo
Me gusta mucho
comer chocolates.
Amargos, dulces,
aireados, blancos: de todas las clases, sabores y consistencias.
Y, como en
tantas otras cosas, tengo mi preferido.
Su nombre,
aunque quizá no resulte importante, es Dairy Milk y su variante Fruit & Nut,
la que me convierte en un semi dios cuando se estaciona dentro de mi boca, fue
creada en 1928 en el Reino Unido por la firma Cadbury.
No suelo dar
consejos, pero creo que no estaría de más seguir estás pequeñas instrucciones
para su correcta degustación. El ambiente propicio es, simplemente, cualquiera:
las bondades del manjar lo transportarán
directamente al ideal sin que usted deba preocuparse demasiado por elegirlo.
Aunque, en mi caso, prefiero la soledad a media luz y escuchando la voz de Tori
Amos en un volumen de sonido no demasiado alto. Usted verá.
Eso sí, yo que
usted trataría de no eludir los siguientes pasos: desenvolver la barra por una
de sus puntas, cualquiera de ellas, nunca por sus costados. Luego, esto
requerirá un supremo esfuerzo de voluntad, no se apresure a morder, antes tómese
unos segundos para aspirar el maravilloso aroma que, le aseguro, surgirá desde
el envoltorio recién abierto.
Ahora sí. Muerda
un trozo muy pequeño, sobre todo si es su primera vez en esto, ya que es
imprescindible que su cuerpo se adapte lentamente a esta sensación que identificará
como única y hasta peligrosa. Tómese otro minuto. Ahora sí: usted ya está listo
para la experiencia final. Corte con sus dientes, jamás con la mano, un trozo
del Dairy y deje que se vaya derritiendo en su boca al ritmo que él quiera,
trátelo con dulzura, jamás lo apure, mímelo. Él sabrá recompensarlo dejando al
descubierto el sumun final de la felicidad en forma de pequeños trozos de nuez y
deliciosas pasas de uva.
Como dije, me
gusta mucho comer chocolates, pero comer un Dairy Milk es algo más. Una experiencia
única, probablemente y sin ánimo de exagerar, sea la razón principal del por
qué de mi paso por esta vida.
Salvo, claro
está, cada una de las veces que he estado con Ella.
9 comentarios:
Me encanta comer chocolates!!
Bueno amigo, eso es lo que me atrapa de un buen escritor, un simple y rico relato en su punto justo
Bien Dorelo!!
Gracias, Chely. Este relato es una mezcla de las "instrucciones" de Cortazar ( a él le salían mejor)y un comercial, aunque no recibí ni un peso por parte de Cadbury. Tendré que seguir viviendo de mi trabajo.
¡Cómo lo entenderlo! Jaja, no he probado el Dairy Milk, pero garantizo conocer esa sensación. Y puede ser un gran peligro.
Estupendo micro. Saludos.
Gracias, Yashira. Uno de los grandes placeres, sin dudas, es degustar un buen chocolate. Hasta puede inspirarte y generar un micro.Saludos.
Miguel.
Muy buen texto. Has descripto con precisión los pensamientos de un fanático auténtico.
Un gran abrazo.
Muchas gracias, Arturo. La mayor parte del mérito se lo lleva el Dairy Milk. Para mi que tiene algo raro en su fórmula.
Otro abrazo.
El problema del chocolate es que vienen envueltos al revés. Ésto es, si lo abrimos por la parte inferior, por donde el papel está pegado, nos encontramos con la cara inferior de la tableta, menos hermosa que la superior. Habría que hacer una campaña mundial, auspiciada por alguna organización al uso, para conseguir que los fabricantes corrigieran este error y voltearan la tableta.
Es un gran detalle ese, Manuel. Creo que deberíamos unirnos para exigir que se respete al chocolate en todo lo que se merece. De paso, y hablando de respeto, me acabo de enterar que una señorita de nacionalidad chilena ha plagiado este relato ( y parece que otros más), le ha cmbiado alguna cosa muy pequeña, como el género y lo ha publicado en facebook como de su autoría. Estoy tratando de conseguir más datos y ver si puedo hacer algo al respecto.
Concuerdo con que el chocolate es uno de los paraísos terrenales.
Éste Dairy curiosamente es mi marca favorita.
Mejora acompañado de mazapán de almendra alemán en barra.(marzipan).Y se acompaña bien con un buen vino.
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