miércoles, 5 de enero de 2011

La cena está servida- Miguel Dorelo & Sergio Gaut vel Hartman


La cena está servida – Miguel Dorelo & Sergio Gaut vel Hartman

—Hoy tengo muchas ganas de escribir. Que digo muchas ganas, siento la imperiosa necesidad de volcar en palabras todo lo que llevo dentro. Ah… El corazón. Que mejor que empezar por el corazón. Y seguir luego por el páncreas o el esófago. Nombrar también al hígado o a los riñones. Los pulmones, el intestino grueso y el delgado, por supuesto. ¡Ah! Los jugos gástricos, el pequeño e insignificante apéndice, el cólon y la próstata, en su caso, querido amigo, no en el mío.
—Tiene razón, querida condesa —interpoló Hannibal—. Y no olvide las venas y arterias, por donde corre la sangre nueva y la sangre vieja, ya sabe que no soy persona de andar discriminando partes por meras futilidades
—La nuez de Adán —siguió Bathory, como si no hubiera oído las palabras de Lecter—, la columna vertebral y las mucosas nasales. Vesícula biliar, ganglios linfáticos, médula ósea. Glándula pineal, la uretra, la gloriosa vesícula seminal…
— ¡Exacto! —Terció el marqués—, mi semen siempre dispuesto…
— ¡Narcisista! —exclamó la condesa, risueña—. Permítame continuar con mi lista: los bronquios y la glándula tiroides. Y las amígdalas. Y el alvéolo. Y las suprarrenales.
—No quisiera que olvide el imprescindible aparato óseo apoyando, en conjunto con la masa muscular, el buen sostenimiento del todo. —Hannibal esperó expectante la respuesta de la condesa, que no se hizo rogar.
—Ahora sí, un gran alivio se apodera de mi alma y mi cuerpo; todo, o casi todo lo más íntimo de mi ha sido puesto en palabras. Me siento realizada.
—De acuerdo —dijo el marqués frotándose las manos—. Pasemos al comedor. Esa prolija enumeración abrió mi apetito de un modo escandaloso.
Hannibal guiñó un ojo y movió gentilmente la mano para que sus anfitriones pasaran primero. No lograba imaginar qué sabor tendría la carne de Vlad Tepes.

6 comentarios:

Claudio Biondino dijo...

Pa'mí qu'el Vlad se está haciendo el muertito, y en cuanto entren al comedor se los morfa él ;)

Salemo dijo...

Es muy probable; nunca hay que confiar en la nobleza: son unos chupasangres.

A.R.N. dijo...

soso, debe ser soso.

Salemo dijo...

Y, no sé...Yo creo que depende mucho de la dieta alimenticia a la que don Vlad estuviese acostumbrado.
Gracias por pasar y comentar, A.R.N.
Miguel Angel.

María del Pilar dijo...

¿Cómo?, ¿la cena está servida y nadie me avisó? Felicitaciones, Michael ;)

Salemo dijo...

Gracias, Mary. Me dió no sé qué invitarte por el menú; hay gente que come de todo y otra que no.