viernes, 3 de agosto de 2012

Llueve- Miguel Dorelo



Llueve- Miguel Dorelo

Siempre que llueve como llueve hoy, de manera pertinaz y copiosa, el mundo ya no es el mundo. O en realidad debería decir que percibo el mundo de otra manera, porque escuchar el ruido del agua cayendo influye en mí como pocas otras cosas. Sé sin lugar a dudas que la lluvia no cae porque sí, que forma parte de todo un plan, una gran conspiración; que esas gotas, ese viento y esos truenos en realidad no son fenómenos naturales, sino parte de un gigantesco complot de desánimo personalizado especialmente diseñado para mí.

Mis amigos dicen que son delirios míos, pero sé muy bien que me mienten precisamente porque son mis amigos. Y es por eso que se han juramentado y se tienen totalmente prohibidos en los días en que llueve como hoy pronunciar delante de mí la palabra ausencia y ni siquiera el principio de tu nombre.

6 comentarios:

chely dijo...

La lluvia es causante de numerosos estados de ánimos
Te diré no estas tan lejos de la realidad
Me gusta

Salemo dijo...

Gracias, Chely, pero me parece que el autor está medio bi-polar; en el cuento anterior el protagonista era bastante gaucho y en este medio cursi de tan romántico. Yo creo que se tendría que definir de una buena vez este muchacho.

Gladis Lopez Riquert dijo...

ME GUSTÓ. LINDO REMATE.Y DELE CON LA BIPOLARIDAD NO MÁS, MIENTRAS SE DEFINE. TIENE TODA UNA VIDA POR DELANTE.

Salemo dijo...

Bueno, gracias Gladis; pero insisto con que este tipo evidentemente no sabe lo que quiere,no sabe donde está parado y hasta dudo que sepa quién es. Esperemos un próximo relato y ver que rumbo toma.¿No estará enamorado?

Arturo dijo...

Miguel:
Todo parece indicar que el tipo está para el chaleco de fuerza.
A lo largo de mi vida he encontrado gente que parece normal y sin embargo, tiene manías de lo más extrañas, por decirlo de manera suave...
Muy buen relato has escrito, sobre todo el remate.
Saludos cordiales.

Salemo dijo...

Gracias, Arturo.Al fin unas palabras sensatas en el blog; Gladis y ChelY son dos buenas chicas, pero son eso y se fijan solo en el halago que para el género conlleva el relato. Tuvo que venir un hombre para destacar el estado del pobre tipo que supone toda una maniobra vaya a saber de quienes con respecto al tiempo. De todas maneras es preferible que crea a eso a que siga enamorado, que parece que es lo que le sucede al pobre.
Saludos.