lunes, 4 de mayo de 2009

Rebelde- Miguel Dorelo

No encuentro la forma...


Rebelde- Miguel Dorelo

Lenta y sigilosamente se fue situando a espaldas de su odiado enemigo; había llegado el momento de hacerle pagar por todo el sufrimiento que le había infligido. Levantó el brazo dispuesto a hundir el puñal en el desprevenido rival...
— ¡Me niego rotundamente! —gritó. La catadura moral de este acto no concuerda en lo más mínimo con lo que yo soy. Es, a todas vistas, un acto cobarde y sin sentido.
— ¡Otra vez! Ya te lo expliqué cien veces, tienes que hacer lo que te indique; ¿Cuándo vas a entenderlo? ¡Eres un personaje! ¡Yo soy tu creador!
—Puede ser, todo es relativo en esta vida y de nada se puede estar seguro. De todos modos, no pienso asesinar a nadie por la espalda. Supongamos que tienes razón, soy tu personaje, podemos discutirlo en otra ocasión, pero ¿Te da derechos esto a obligarme a actuar de este modo?
— ¡Puedo hacer lo que quiera! ¡Soy Dios! O por lo menos, el tuyo, carajo.
—Entonces debo ser ateo. Ni sueñes que en esta ocasión voy a hacerte caso. Piensa otra escena.
Refunfuñando, comenzó a escribir nuevamente.
…Al rato se dio cuenta que se había extraviado. No reconocía el lugar y además las sombras de la noche empezaban a caer lentamente sobre aquel paisaje desolado.
De repente escuchó un aullido y el resonar de pisadas cada vez más cerca anunciaban su violento final…
— ¡La puta que te parió! ¿Te has vuelto loco? ¿O es tu venganza por lo que pasó antes? ¿Me vas a hacer comer por los lobos? No sé cómo, pero te voy a cagar la escena, bastante trillada por cierto. Ya vas a ver, no habrá quién te publique esto, te lo juro.
—Está bien. Confieso que me encegueció la discusión anterior. Olvidemos esta parte.
A ver que te parece esto.
La ansiedad se hacía cada vez mayor; deseaba con toda su alma que él llegara para cubrirlo de besos. Jamás había amado a alguien con tal fervor y pensaba entregársele en cuerpo y alma…
— ¿A mí?
—Por supuesto, eres el personaje principal del cuento.
—Bien.
— ¿Puedo seguir?
—Sigue, sigue.
Esa noche estaba más hermosa que nunca. Su cuerpo perfumado lucía espléndido bajo la tenue luz de las velas. Tendrían casi tres horas para ellos solos, ya que su marido no regresaría…
— ¡Inmoral! ¿Una mujer casada? ¡De ninguna manera! ¿Por quién me has tomado?
Ni siquiera me presentaré ante esta señora. Si se la puede llamar así.
—Pero, pero… ¡Me vas a volver loco!
— ¡No, no y no! A otra cosa.
Jamás hombre alguno había alcanzado tan altas cúspides. Era bello en cuerpo y alma. Y no solo eso: su mente poseía un nivel intelectual supremo; todos lo amaban, lo idolatraban…
—Blasfemia. Lisa y llanamente. Mis creencias religiosas me impiden interpretar ni siquiera en broma este tipo de personaje. Dios hay uno solo y por más ególatra que me consideres, no claudicaré. Olvídate.
Una tras otra fueron rechazadas una decena de argumentos y tramas por diferentes motivos.
Comprendió finalmente el sufrido autor que estaba ante el más grande desafío de su carrera; debía encontrar una solución o de lo contrario, simplemente, dedicarse a otra cosa.
La decisión estaba tomada; no resultaría fácil planearlo y mucho menos poder llevarlo a cabo, tendría que ser muy cauteloso para no despertar sospechas.
No comprendía los motivos que habían llevado al anteriormente sumiso protagonista principal de sus relatos a adoptar esta nueva y beligerante posición. Lo que sí le resultaba muy claro era el estancamiento al que lo estaba llevando esta situación.
Lo primero, era distraerlo, llamar su atención de alguna sutil manera y agarrarlo desprevenido; inventar historias complejas, con tramas cada vez más difíciles de discernir, pero sobre todo, relatos que alimentaran su insaciable ego.
Estaba seguro que en algún momento, cegado por su afán de figuración, cometería un error
—Ese momento, tarde o temprano llegará —se dijo el autor.
Eliminar al rebelde personaje sería de ahora en adelante lo que ocuparía la mayor parte de su tiempo.
—No usar cursivas en mi próxima historia quizás lo distraiga y le haga bajar la guardia —se ilusionó.
Con suerte, en poco tiempo más, podría dedicarse de lleno a su gran pasión: escribir con absoluta libertad.
Se sirvió una gran taza de café y encendió un cigarrillo. Tendría que tener paciencia y tomarse todo el tiempo necesario.
Comenzó a teclear.

En un futuro y un lugar muy lejanos, donde los hombres…

Exlusivo de La Cuentoteca.



9 comentarios:

Ogui dijo...

Muy bueno! La venganza es una pizza que se come fría...

Salemo dijo...

Gracias, Héctor. Fiel lector y seguidor de mis delirios.
Un verdadero honor para mí.
P.D: la ventaja de ser el propio administrador de el, valga la redundancia, propio blog, me permite corregir algún errorcillo del que uno se percata al releer.
"En un futuro y un LUGAR muy lejanos..." era el correcto final.
Como luego de escribir esto lo voy a corregir, comento al que lo lea luego que decía "En un futuro y un tiempo muy lejano..."
Moraleja: hay que releer bien antes de publicar.

María del Pilar dijo...

Los personajes son como nuestros hijos: igual de rebeldes, defienden su autonomía.Ardua tarea enderezar a un personaje.
¡Aguante, Dorelo!

Salemo dijo...

Gracias ,María,por darme aliento; pero en este caso estamos ante un auténtico malcriado. Y como es hijo mío, evidentemente, me cabe parte de la culpa.

Anónimo dijo...

Buenísimo el cuento!!! Sobre todo la línea que dice: "Estaba seguro que en algún momento, cegado por su afán de figuración, cometería un error".
Quizás estoy un poco sugestionada con el queísmo y el dequeísmo (observación que una vez me hizo una profesora, y de la cual no me pude recuperar más) pero ya que estás corrigiendo el texto me gustaría saber si cabe alguna corrección en esa frase,o si fue un mensaje encubierto o un recurso para enfatizar la idea de descuido. Si fue intencional, me parece una genialidad.
Besos!
Romi.

Salemo dijo...

Romi, que esté corrigiendo un texto mio es casi un milagro; no porque los escriba perfectos, sino por mi enfermiza vagancia al respecto. Es algo a mejorar, pero de a poquito lo iré subsanando.
Con respecto a la frase, quizás la intención fué inconsciente al querer,en efecto, recalcar que la clave está en agarrar descuidado al individuo este.
Ya que estás teniendo clases, investigá y me comentás.
Salemo, el vago.

Rafael Vázquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rafael Vázquez dijo...

¿Cómo es posible que un personaje se enfrente a su autor?

Quizás porque el escritor tiene siempre, en toda obra, algo de personaje. Y porque todo personaje tiene a su vez algo de autor de la propia obra.

El escritor puede ser personaje explícito, como en este cuento, o implícito, oculto. El personaje contiene siempre elementos que prefiguran la trama.

Por todo esto me ha encantado el cuento, Miguel Angel, porque revela esta riquísima dialéctica.

Decir también que se me escapó una carcajada leyendo "— ¡La puta que te parió! ¿Te has vuelto loco? ¿O es tu venganza por lo que pasó antes? ¿Me vas a hacer comer por los lobos?". Excelente pasaje.

Y excelente cuento. Me ha encantado.

Salemo dijo...

Muchas gracias por los elogios.
Aunque a veces trato de que no sea así, creo que estoy presente como personaje en demasiados de mis relatos.
Este es seguramente un caso extremo, pero me gusta que los personajes tengan una especie de vida más allá del relato en el que están participando. A veces me preguntan o cuestionan algo de la conducta de un personaje y les digo que no sé que habrían echo en otras circunstancias, que yo solo los "utilizo" en ese relato y en esas circunstancias,en sus ratos libres hacen lo que quieren.
Saludos.
P.D: aprovecho para comunicar que la entrada que dice "el autor ha eliminado esta entrada" no es de responsabilidad de este autor. Nunca, pero nunca censuré un comentario.
Ni lo voy a volver a hacer.