domingo, 21 de agosto de 2011

Variantes Serratianas 2- Y un buen día su mente hizo un clic- Miguel Dorelo



Y un buen día, su mente hizo un clic.- Miguel Dorelo

— ¡Coño! ¡Que es una idea genial! —exclamó esa mañana que la encontraba, como tantas otras veces, sentada en medio de aquella estación de trenes de los suburbios barcelonenses esperando un improbable regreso de aquél que seguramente no lo merecía. Se levantó presurosa, recogió su bolso, algo ajado y de piel marrón, el abanico que siempre la acompañaba  y esa misma mañana, presurosa se dirigió hasta las oficinas del periódico principal de la ciudad.
A la mañana siguiente, muy temprano, el aviso publicado comenzaba a cumplir su cometido: desde el fondo del andén, el primer caminante volvía. Se acomodó su vestido de domingo recién comprado, dar una buena primera impresión era fundamental, intercambiaron un par de palabras, las suficientes y necesarias; luego partieron juntos sin decir más nada.

Fue el primero de una larga y provechosa lista. Al final de cada jornada, Penélope regresa a su recientemente adquirida morada de dos plantas en barrio Barceloneta, con un amplio jardín en que se destacan dos bellos y enormes sauces. En menos de seis meses su clientela se ha incrementado exponencialmente así como su tarifa. Es que nadie puede resistirse a actuar esta hermosa historia de amor por el módico precio de 300 euros, incluidos vestuarios adecuados para ambos, auténtico banco de pino verde y grabación estereofónica del pitido de tren silbando a lo lejos.
—Eso sí, con los zapatitos de tacón puestos son 50 euros extras —suele aclararles a sus pretendidos amores regresados.

5 comentarios:

A.R.N. dijo...

Usted dice que Penélope dejó de sufrir? Que cambió el disfrute de esperarlo haciéndose creer a ella misma que el caminante iba a volver?
usted me está explicando que con sexo y plata una chica deja de penar?
Mire, me parece que Penélope tiene un problemita de autoestima.
Usted, Miguel, ha logrado que una canción que me parecía cargada de poesía romántica se transformara en un himno de lo que no quiero ser,una apología de como se puede ser feliz sufriendo. Y se lo agradezco enormemente. besito

Salemo dijo...

Yo no digo nada, solo especulo. Las canciones, como los poemas o los cuentos suelen reflejar los acontecimientos de un período de tiempo determinado y en este caso podemos vislumbrar algo de lo que llevó a Penélope a esperar al impresentable del señor este que se hizo rogar hasta que se presentó. Sabemos que ella no lo reconoció cuando al fin lo hizo pero me pareció que hubiese estado bueno darle algunas otras alternativas. Yo le ofrezco estas dos, que ella haga lo que quiera, total al final las que deciden siempre son ustedes. Mujeres.

chely dijo...

Siempre hay otra historia...
¿cual serála verdadera?
Me gusto!!

chely dijo...

El comentario va para el relato El andén, los hombres y Penélope-jeje me equivoque

Salemo dijo...

Buno, Chely,estás perdonada. Y después de todo, ambos son sobre Penélope. Vaya a saber cual es la verdadera historia.