Alivio- Miguel Dorelo
Despertó
exactamente a la misma obsesiva hora que lo hacía desde aquella infausta
primera mañana. Hoy es el día, se
dijo sin querer abrir los ojos para ver. Apenas apoyó su pie derecho en el piso
supo que todo volvía a ser real al hundirse hasta el tobillo en aquél líquido
viscoso de color negro.
Ya
aliviado, Augusto fue hasta la cocina a prepararse el desayuno.
(Basado
en una teoría no demostrada y el micro-relato más famoso)
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