lunes, 17 de diciembre de 2012

El fin del mundo ya está acá- Miguel Dorelo



El fin del mundo ya está acá- Miguel Dorelo

—Esta vez es cierto—Le dije mirándola a los ojos.
— ¿Qué “esta vez es cierto”? No empieces con tus delirios tan temprano que no estoy de humor. —me respondió desperezándose y con su habitual cara de orto que suele acompañarla por lo menos hasta el almuerzo.
—El fin del mundo ya está acá. —Le disparé tratando de darle un tinte dramático a mi tono de  voz.
—Dejáte de romper las bolas, tarado.
—Los Mayas lo dijeron. Lo leí en Internet.
—Esos indios no sabían un carajo. Y en Internet se dicen boludeces a montones. Solo los tipos como vos creen esas cosas.
—Observé señales. —Insistí.
— ¿Eh?
—Eso, que vi señales todo el día de que esta vez es cierto.
—Estás cada vez peor ¿Y cuáles serían esas señales? —Preguntó sin muchas ganas de esperar una respuesta.
—Los pájaros.
— ¿Qué pasa con los pájaros? ¿La película o esos bichos de mierda que a la mañana joden con sus chillidos y no me dejan dormir?
—Las aves, esos hermosos animalitos dueños del arte de volar que nos alegran el día allí donde estén. Esos  ángeles terrenales.
—Sí. Los que te cagan en la cabeza además de romper las bolas a la mañana. ¿Qué pasa con los pájaros?
—Se comportaron todo el día de manera extraña. Estaban tristes.
—Ah, bueno; vos estás para internarte ¿Y cómo mierda sería un “pájaro triste”? ¿Lloraban los desgraciados? ¿Los viste comprando pañuelos descartables?
—Mejor hago de cuenta que no te escuché. Estás cada vez más mala onda. Los pájaros son bellos y alegres y si están tristes es porque algo saben.
—Si saben tanto preguntáles cuando vas a madurar, porque la verdad es que no entiendo como aún sigo con vos bancándome todas estas tonterías de tu parte. ¿Eso es una señal del fin del mundo? ¿Qué los pájaros estén tristes?
—Sí. Esa es una de las señales. Hay otras.
— ¿Cuáles otras?
—Ahora no te digo más nada.
—Dale, pelotudo. No te me hagas el ofendido ahora.
–Está bien. El cielo.
—El cielo…Claro, como no me di cuenta antes… ¿Qué carajo pasa con el cielo? ¡Está igual que siempre! ¡Lo estoy viendo por la ventana!
—No es así. Vos siempre ves lo que querés ver, por lo general lo que te conviene. El cielo ya no es el cielo.
— ¿El cielo ya no es el cielo? ¡Otra vez estuviste leyendo al nabo ese de Coelho! Vos no escarmentás más.
—Te juro que no…Bueno, solo una ojeadita, pero no es por eso que te digo lo del cielo.
— ¿Y por qué me lo decís?
—Vi nubes.
— ¿Viste nubes? Ah, ahí sí que tenés razón: ver nubes en el  cielo es rarísimo ¿Me estás agarrando para la joda, la puta que te parió? ¡Me estás haciendo calentar!
—No, mi amor, no. Las nubes se comportaban de manera rara.
—No me digas que “estaban tristes” porque te acuchillo acá no más ¿Cómo son las nubes que se comportan de forma rara?
—Se movían en contra del viento.
—Pero vos sos muy gil. El viento a esa altura bien puede ser que sople al contrario que en la superficie, pedazo de tarado. Ayudáme a tender la cama y dejáte de boludeces. Me cansaste.
—No, no, no entendés; unas se movían para un lado y otras para el otro, como si danzaran. Hacían rondas y hasta escuché una especie de melodía muy hermosa cuando las miraba. Fue hermoso. Lloré.
—Estás loco. O me estás cargando. Los pájaros tristes y las nubes danzarinas: las señales de que el fin del mundo está al caer.
—Me da miedo.
— ¿El fin del mundo? ¿No decís que fue hermoso esto de las señales? No te entiendo, si parecés hasta contento.
—De lo que tengo miedo es de lo otro, de decirte que hay más señales.
— ¡No, no y no! ¡Basta! ¡Está bien! ¡No quiero escucharte más! Tenés razón, pero no digas ni una sola palabra más.
– ¿Entonces…? ¿Si?
— ¡Si, si, la puta madre! Tengo que hacer veinte mil cosas hoy, pero por única vez, ¿Escuchaste bien? ¡Por única vez te voy a dar el gusto! Ya te dije mil veces que por  las mañanas no me gusta .Sacáte la ropa.
 — ¡Eso! ¡Te amo! ¡A coger que se acaba el mundo!



6 comentarios:

Sandra Montelpare dijo...

jaaaaaaa hay personas con las que se puede aplicar un solo método para hacerlas callar jajajaaaa Me hizo reír una vez más. Se agradece, Dorelo. Suma para el lunes una barbaridad. Saludos van

Salemo dijo...

Gracias,Sandra. Un chanta el tipo, pero con recursos para lograr sus objetivos. Claramente le ganó por cansancio.O a lo mejor ella era la que quería terminar así; por lo general ustedes hacen lo que quieren.

Sandra Montelpare dijo...

Exacto, chanta pero con recursos.
No generalices, Dorelo, vamos, es ficción jaaa

Salemo dijo...

Siempre lo aclaro: este es un blog de ficción, aunque en los comentarios cambie un poco la cosa. Convengamos que si ella no quería conceder la cháchara de él podía ser eterna.

Mónica Ortelli dijo...

Divertido cuento, Dorelo. Un poquito brusca en su trato la chica, no? jeje

Saludos.

Salemo dijo...

Gracias , Mónica. Una chica jodida, es cierto.De esas que andan casi todo el día de mal humor aún cuando tengan motivos para no estarlo, carne de diván eterno. Ojo, por ahí son los hombres los que la llevaron a ese estado:hay cada uno.Igual, espero que hayan tenido una buena mañana estos dos.