martes, 16 de junio de 2009

La muy envidiada libertad del escritor- Miguel Dorelo

Un oficio en el que la libertad lo es todo.


La muy envidiada libertad del escritor - Miguel Dorelo

– ¿Por qué elegí esta profesión, me preguntas? Supongo que en realidad es al revés, llámalo vocación si te parece, pero fue ella la que me eligió a mí.
Básicamente, me gusta contar historias, inventar personajes, hacerles hacer cosas.
La angustia ante la hoja en blanco, el lento pasaje de la idea latente hacia la punta de mis dedos que comienzan, despaciosamente, a teclear. La pausa necesaria para ordenar una frase o un pasaje, encontrar el giro que resulte más conveniente para poder expresar cabalmente lo que quiero decir. Te podría decir que escribo para mí, pero nada se asemeja más a la felicidad que cuando alguien lee un relato de mi autoría haga un comentario elogioso.
Pero, en realidad, lo que me fascina de todo esto es la libertad.
Amo y señor; libre albedrío en todo su esplendor, libertad total y absoluta. Hago y deshago a mi antojo. Amo, odio, quiero, mato o hago matar; resucito si quiero, hago de este mundo un lugar mejor o el peor de los infiernos. Libertad.
—No sabes como te envidio, Miguel —acota Pablo —yo estoy atado a un montón de rutinas casi insoportables.
—La vida tiene esas cosas… Te dejo, me voy urgente a casa.
— ¿Por qué el apuro?
—Me acabo de acordar que mañana tengo que entregar el relato sobre universos paralelos y su influencia en el cultivo de soja transgénica. La extensión debe ser entre 3576 y 3592 palabras, en la trama deberá tener un papel protagónico Pupy, la gatita siamesa del editor, y dejar bien parado al sector agropecuario. No me tengo que olvidar que el tipo de letra es Times New Roman Riquelme de 12 puntos, el formato rtf, sangría francesa, justificado a ambos lados, doble espacio con título en negrita. Enviar como archivo adjunto y esperar acuse de recibo.
—Bueno…Chau.
— ¡Chau! No llego, no llego, la puta madre….

Exclusivo de La Cuentoteca


12 comentarios:

Ogui dijo...

Lástima. Con dos palabras menos iba a la colección de megalosaurios abdominales que salía mañana a la mañana. Prueba suerte otra vez con mi gato. Te dije que era gato!

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Jajajajajaja...

Pues sí, se intenta constreñir de todas las formas posibles al escritor pero siempre queda el bien más preciado: la imaginación. A veces habrá que trabajar, seguro. Uno, dos relatos tipo bestseller con una fórmula precisa y exitosa. Pero siempre nos quedará la libertad de imaginar lo que querramos, de escoger y desechar, de escribir o no escribir.

María del Pilar dijo...

¡Muy bueno, Miguel!
¿Quién dijo que el escritor no trabaja?

Salemo dijo...

Bueno, veo que los lectores, todos ellos escritores, se sienten identificados; la libertad está un poquito atada,parece, pero bueno, es lo que hay.
Gracias María y Alejandro por lectura y comentario.
Párrafo aparte para el editor, don Ogui Sandoval: lo corrijo y se lo mando de nuevo, jefe.
¿Cómo le va aponer Pupy siendo gato?

Oriana P. S. dijo...

Jojojo.

Es verdad, lo has retratado tal cual. Qué lindo es escribir, ser una especie de dios por un instante.

Y la gente que apenas puede escribir un mensaje de texto al móvil queda boquiabierta ante el arte y "nos ve" (vale que me incluya?) como bohemios, bichos raros, de otro planeta, intelectuales, en fin. Pero no es tal, no es que todos hayamos de terminar en un bistrot en París comiendo baguettes y tomando un tinto, mientras esperamos que la primavera nos llene la testa de ideas.

Mejor dejo de escribir por acá y cambio de ventana, tengo recibos que pagar...

Salemo dijo...

Así es, Oriana; unos dioses con poco tiempo y teniendo que ocuparse casi todo él en ver como pagar las cuentas.
Sigamos escribiendo y tal vez algún día terminemos como bien lo describís en tu comentario. No perdamos las esperanzas...o escribamos un cuentito en el que esto nos pase.

Unknown dijo...

Jajaja...
...me gusta...
...te dije en FB que pasaría por aquí...
Es como el Frankestein de Mary Sheily, si es que aquí existe un paralelismo entre creación y creador...
...el monstruo se vuelve contra el inventor, otra vez encerrados en la mismo que nos da libertad...

Salemo dijo...

Ese es el punto, Ciber, la libertad relativa del escritor. Sobre todo si pretende que le publiquen su obra.Nos marcan todo lo que el cuento enumera; si no te gusta y querés escribir lo que se te canta, abrite un blog.
De todas formas sigue siendo apasionante esto de escribir. Y los límites impuestos un buen desafío.

Nanim Rekacz dijo...

La libertad es una abstracción, un invento monstruoso, una utopía de las más caras.
Ahora que me he jubilado y he decidido ser escritora, voy dándome cuenta que no es un ser sino un hacer y entonces, en venganza, me voy a jugar.
Escribí, escribí, escribí, me dicen.
Y yo nada, me pongo a cocinar, a hacerle mimos al gato, a jugar al monopolio con mis hijas, me voy a caminar y pienso que escribo y listo. Soy libre.

Salemo dijo...

Una excelente alternativa libertaria, Nanim: si querés ser un poco más libre no hagas lo que te indican. Cuando algún machista de esos que nunca faltan te mande a lavar los platos, te sentás a escribir y listo.
Saludos.

Gi dijo...

La libertad es como la idea del mesías, un consuelo.
Saludos

Salemo dijo...

Ahora sí que puedo decir que ví Laluz; yo sabía que tarde o temprano me tenía que suceder.
Gracias por pasar por aquí, leer y comentar. Y es cierto lo que decís, solo un consuelo de cosas que en realidad no son tales.
Me parece.